Entrando por la puerta del Area 3

Las puertas dobles que comunicaban el distrito 1 con el distrito 3 se abrieron, La figura de una niña salia del distrito 3 y observaba a su alrededor, a un lado había una puerta cerrada, había visto a varía gente usarla sin embargo por alguna razón no conseguía nunca abrirla, caminando recto había un pequeño restaurante con las velas apagadas y girando estaba a lo que se habia dirigido al distrito principal, la tienda de accesorios. Corrían muchos rumores sobre el dueño el cual se ausentaba bastante pero había visto gente extraña reunirse con el, así que quizás sabría algo sobre esa extraña mujer. La pequeña niña comenzo a caminar, llevaba como única prenda una camisa que le venia exageradamente grande arremangada como podía sin embargo antes de entrar en la tienda se quedo parada un segundo, recapacitando, sin embargo al final entro.

OFF: Utilizo un corrector ortografico online, si hay fallos lo siento

[FDI.: Este primer post es para ayudarte en la temática, el rol y el foro en general, además de para que te demos unas pautas de cómo mejorar tus post y nos hagamos una idea de cómo es tu pj.
Como primeros apuntes te diré que extiendas un poco más la longitud de tus posts, se suelen pedir unas 10 líneas, dependiendo del master. Además podrías (esto ya es una sugerencia) separar tus acciones en párrafos, no una línea por cada uno, pero sí un conjunto de acciones, por ejemplo “La pequeña niña comenzó a blablablá” podría ser el comienzo de uno nuevo.
Para finalizar, la ortografía está bastante bien, falta alguna tilde, pero no es nada que dañe a la vista.]


En cuanto abriste la puerta, la luz del interior te cegó.

La sala en la que entraste estaba tremendamente iluminada, en contraste con la oscura fachada del exterior. A uno de los lados el fuego de una chimenea calentaba la estancia y daba un brillo extraño a todos los cachivaches que se mostraban a lo largo de la pared. Al fondo, detrás de un reluciente mostrador en forma de L, un hombre te miraba.

-Buenos días.

Era alto y rubio, y estaba bastante musculado. Vestía una camiseta blanca, y llevaba en la frente unas gafas de aviador marrones. El dependiente mordisqueaba un palillo mientras te recorría de abajo a arriba. Detrás de su ceño fruncido y su cara de pocos amigos, se podía imaginar la curiosidad por tu apariencia, y quizá lo poco que le agradaba que una niña hubiese entrado en su tienda.

-¿Qué quieres? ¿Acaso te has perdido? -Su voz resonó cortante por la gran sala, expectante a una rápida contestación por tu parte.

Spoiler:

OFF: Espero mejorar

La luz cegó por unos momentos a la pequeña figura, cuando pudo observar en claro se fijo en el hombre que estaba detrás de un reluciente mostrador en forma de L, no parecía reconocerle, eso era bueno.

El calor de la chimenea que estaba cerca calentaba la zona, por lo
menos si no le daba la información que buscaba, habría pasado un tiempo
en una zona caliente, aunque el hombre no es que pareciese muy
agradable.

"Bien, no me reconoce, eso es de gran ayuda, significa que esto no es un sueño ahora veamos... ¿Debería preguntárselo directamente? mmm... no... mejor voy pensando una historia y le pregunto sobre esa extraña mujer"

El hombre le saludo desde detrás de la barra, lo único que sabia de el eran los extraños rumores que circulaban sobre sus extraños viajes, pero quizás el tuviese la información que necesitaba a si que se arriesgo

-Esto...

Dijo con voz algo entrecortada y dudosa, sin mirar directamente al hombre detrás de la barra, no iba a mirarle directamente a los ojos entre otras cosas porque a veces los ojos dicen demasiado, al final abrio la boca y dijo sin tapujos directamente.

-¿Sabe algo de una extraña mujer vestida de negro con capa y un extraño cetro?

"Quizás he ido demasiado directo al grano, aunque es posible que me equivoque... de todas formas tampoco es seguro que me diga la verdad... "

[FDI.: Tranquilo, para eso estamos todos aquí ^^]


El hombre se te quedó mirando, sin cambiar un ápice su expresión, seguía rudo y ceñudo. Estaba claro que no quería saber nada de ti ni de tus problemas, y que no te daría ninguna información, al menos tan fácilmente.

-Esto no es una oficina de detectives, aquí no nos dedicamos a buscar gente.

Se apoyó sobre la barra, con los dos brazos sobre ella y, con una mano, recorrió toda la tienda, señalando a su alrededor.

-Es una tienda, vendemos objetos, ¿no es obvio?

Parecía molesto, como si contigo estuviese perdiendo todo su valiosísimo tiempo.

-Y ahora lárgate de aquí, espantas a los verdaderos clientes. Márchate con la del restaurante de al lado, seguro que te da algo que llevarte a la boca, y algo más abrigado. -Dijo señalando tu amplísima camisa.

Y dicho esto se dio la vuelta, mientras rosmaba para él “Malditos vagabundos… Desde que están esos bichos por ahí cada vez hay más”. Comenzó a rebuscar algo detrás del mostrador, ignorándote por completo, su cuerpo desapareció casi por completo, y sólo podías ver de él su rubia mata de pelo, meneándose por ahí y dejándote total libertad de movimientos. Casi parecía como si pudieses robar todas las cosas de la estancia sin que el dependiente llegase a darse cuenta.

"Tsk, maldito cabezota, y ahora que puedo hacer... mmm..."

-Que raro... con lo grande y fuerte que es usted señor. creí que la conocería o seria amigo suyo, como dicen que ha viajado usted tanto... esa mujer ahora que lo pienso recordaba una bruja, pero eso no existe... ¿no es así señor? toda de negro... ¿De verdad que no me podría ayudar a encontrarla?

Como veía que no iba a ser de ayuda jugo a la desesperada. aun pese al aspecto anterior de timida e inocente niña, su personalidad parecia haber cambiado. Quizás el tipo sabia algo, quizás no, sin embargo no parecía que fuese a colaborar, respiro un poco el aire caliente que provenía desde al lado de la chimenea y decidió acercarse a las puertas para salir de la tienda y buscar en otro sitio alguna pista de la extraña mujer no sin antes decir

-Quizás se lo pregunte esa cosa negra con antenas y que desapareció misteriosamente que encontré el otro día, quizás sepa algo mas...

no sabia que era esa cosa ni si había mas de eso, y quizás el extraño tendero si que supiese algo sobre esas cosas, aunque no estaba seguro, era su ultima baza, penso mientras salia

[FDI.: Un pequeño apunte, que no tiene demasiada importancia, pero como escribes en tercera persona tendrías que tener cuidado con las tildes, sobre todo en los verbos, para que no parezca que cambias de tercera a primera persona.]


-¡Quieta! -Exclamó el rubio justo cuando pusiste uno de tus pies en la calle.- ¿A dónde te crees que vas, loca? ¡Esas cosas te matarán!

El dependiente saltó rápidamente por encima de la tabla del mostrador y en dos rápidas zancadas se presentó delante de ti, impidiéndote continuar con tu camino. Te agarró fuertemente por un brazo, tanto que llegó a hacerte daño, y de manera brusca te empujó hacia el interior de la pequeña tienda. Con la otra mano, sin soltarte, cerró la puerta de un portazo, y te obligó a sentarte en el suelo, con la espalda apoyada en el mostrador, poco le faltó para atarte y amordazarte.

Comenzó a caminar dando vueltas delante de ti. Tenía la vista fija en sus zapatos, excepto cuando, de poco en poco, te dirigía miraditas acusatorias. Eras el culpable de haber perturbado la paz y tranquilidad de su tienda y además ahora se sentía obligado a buscarte un sitio donde pudieses quedarte y te tuviesen vigilado para que no te escapases a preguntar a los bichos negros… En un rato se paró en seco, se volvió hacia ti y, mientras te señalaba con un dedo, dijo:

-No te muevas de aquí, ¿me has oído? Voy a buscar a alguien que cuide de ti. No estás bien de la cabeza si piensas aventurarte en cualquiera de los otros dos distritos tú sola.

Dicho esto te dio la espalda, sacó unas llaves de su bolsillo y se fue mientras mascullaba insultos contra tu cordura. Después de desaparecer por la misma puerta que cerró de un portazo unos instantes antes, oíste como cerró con llave la tienda, y que le alejaba con pesados pasos. Estabas completamente solo, sin nadie que te vigilase entre todos esos cachivaches relucientes.

Justo cuando estaba a punto de salir por la puerta, la mano del dependiente le agarro fuertemente de un brazo, haciéndole daño. Tras eso el dependiente le empujo al interior de la tienda de forma bastante brusca obligando a sentarse en el suelo, con la espalda apoyada en el mostrador.
Comenzó a caminar dando vueltas alrededor. Tenia la vista fija en los zapatos, quizás seria un fanático del calzado, aunque de vez en cuando dirigía miradas acusatorias. No sabia que mosca le había picado. Esas cosa que había visto parecía inofensiva, y si de verdad era peligrosa podría haberle atacado antes. Quizás ese tipo se preocupase demasiado... al rato se volvió hacia el o ella y apuntandole con el dedo le ordeno que no se moviese de ese sitio y le dijo que estaba mal si quería aventurarse en los otros distritos.

"Mal? no lo entiendo, después de todo he vivido en el distrito 3 y nunca me ha ocurrido nada, ayer fue la única vez que vi esa extraña criatura negra que tanto parece preocuparle, aunque a mi no me preocupa tanto"

Mientras pensaba el dependiente le dio la espalda y saco una llave del bolsillo, se fue mascullando insultos que no llego a escuchar bien. Salio por la puerta y pudo escuchar como la cerraba con alguna llave. Le había dejado completamente solo en aquella tienda y encerrado.

Se puso a observar los cachivaches relucientes, no le costaría mucho agarrar uno o dos sin que ese dependiente se enterase, pero no quería sacarse otra mala fama con su nueva apariencia, así que prefirió contenerse, aunque después de todo, pensó que seria bueno tener unos ahorros. Se dirigió hacia detrás del mostrador a comprobar si había algo útil. Ese dependiente ya no servía, quizás tendría que buscar a otra persona.

"Veamos... a parte de ese tipo... ¿Quien mas podría servir? la verdad no se me ocurre nadie en este momento"